Algunos en su mayoría de oposición le restaron importancia a su nombre, ANDRÉS ARAUZ, y prefirieron ponerle sobrenombres y apodos.
Sin embargo, la imagen de un hombre joven, seguro de sí mismo, ocupó el espacio de preferencia.
La imagen del candidato siempre estuvo acorde con su personalidad. La espontaneidad es un atributo y la sencillez su fortaleza.
Desde el punto de vista comunicacional, conectó con su target, o sea su público objetivo. Arauz está en primer lugar porque también tuvo un discurso real. Despertó interés y mantuvo soporte a sus propuestas.
Adicionalmente es el candidato de las clases populares, de los jóvenes y de las mujeres valientes y de las amas de casa. Es el candidato de la Revolución Ciudadana que transformó la Patria.